sábado, 10 de febrero de 2018

EL YO Y LA IDENTIDAD


La identidad y el yo

Resultado de imagen para LA IDENTIDAD DEL YO
La adolescencia se concibe normalmente, por lo que se refiere al autoconcepto, como una época tanto de cambio como de consolidación. Hay varias razones para esto.
  • ·         En primer lugar, los importantes cambios físicos
  • ·         En segundo lugar, el crecimiento intelectual en la adolescencia
  • ·      En tercer lugar, parece probable que se produzca cierto desarrollo del autoconcepto como resultado de la independencia emocional creciente y el planteamiento de decisiones fundamentales relacionadas con la ocupación, valores, el comportamiento sexual, las elecciones de amigos, etc.
  • ·     Por último, parece probable que la naturaleza transicional del periodo adolescente y, en particular los cambios de rol experimentados en esta época, estén asociados con algunas modificaciones de autoconcepto.

La manera en que los jóvenes se comprenden y perciben a sí mismos, y su propia actividad (agency) y personalidad, tienen un poderoso efecto sobre sus reacciones posteriores a diversos acontecimientos de la vida. El dilema esencial para un joven que desea integrarse plenamente en la sociedad es es que existe entre “desempeñar los roles apropiados y el “yo”. Es importante poder mantener elementos de individualidad o el yo.
La adolescencia es un época en la que el individuo lacha para determinar la naturaleza exacta de su yo, y para consolidar una serie de elecciones en un todo coherente que constituya la esencia de su persona, claramente distinta de los padres y otras influencias formativas. Sin este proceso hacia la individualidad el joven puede experimentar despersonalización.

En el proceso de socialización, los diversos adultos (padres, profesores, líderes de la juventud) con los que el joven interactúa son relevantes como modelos de rol y agentes sociales, pero también son importantes las funciones del yo, la competencia percibida y la identidad coherente. El joven se compromete en un proceso en el que la clave para la maduración psicológica es dar sentido al mundo social y encontrara en él un lugar confortable.

Factores asociados con el desarrollo del autoconcepto

Hay diversa maneras de conceptualizar el autoconcepto.
OFFER es muy conocido por el desarrollo del cuestionario de Autoimagen de Offer. En este cuestionario la autoimagen del adolescente se desglosa en cinco áreas globales de funcionamiento psicosocial, y se divide luego además en diez escalas.

Yo psicológico
Escala de control de impulsos
Escala de salud emocional
Escala de imagen corporal
Yo sexual
Escala de sexualidad
Yo social
Escala de funcionamiento social
Escala de actitudes vocacionales
Yo familiar
Escala de funcionamiento familiar
Yo de afrontamiento
Escala de independencia
Escala de seguridad en sí mismo
Escala de salud mental

HARTER desarrollo un perfil de autopercepción que se basó en un procedimiento de análisis factorial, e identificó como resultado de este procedimiento ocho dominios específicos del autoconcepto: competencia académica, competencia laboral, competencia deportiva, apariencia física, aceptación social, amistad íntima, atracción romántica y comportamiento.

SHAVELSON ha propuesto un modelo más complejo. SHAVELSON y cols. (19769 y MARSH y cols. (1988) creen que en la parte superior del modelo hay un autoconcepto general bastante estable, que se basa en dos dimensiones principales; el autoconcepto académico y el no académico. Dentro del autocncepto no académico se establece una distinción entre autoconcepto social, emocional y físico, cada uno de los cuales se basa en otras facetas más detalladas del yo.
a medida que se hacen mayores, los jóvenes dan muestra de una mayor necesidad de organizar , los rasgos, de manera que se acoplen juntos y formen u todo coherente. Es interesante señalar  que esta mayor conciencia  de la importancia de tener una personalidad coherente puede crear algunos problemas para los que se encuentran en los años intermedios de la adolescencia. Presumiblemente, la resolución o aceptación de estos conflictos es parte del proceso evolutivo que contribuye a un paso hacia la madurez.
Es probable que este cambio hacia una conciencia a menudo dolorosa del yo y de la propia apariencia ante los demás se derive de diversos factores. La mayor capacidad cognitiva desempeña su papel, junto con el crecimiento físico asociado  a la pubertad. Un cuerpo que cambia puede llevar con facilidad a un sentimiento de que el yo se altera, y esto a su vez puede causar inmensa timidez, a medida de que el joven se hace cada vez más consciente de las otras personas y de su propia apariencia ante ellas.El egocentrismo y la introspección están estrechamente relacionados, pues cuando el adolescente comienza una nueva fase de tentativas por comprender el yo emergente, este aspecto del mundo interno se convierte durante un tiempo en una preocupación importante.

Resultado de imagen para LA IDENTIDAD DEL YO

Autoestima

La autoestima ha recibido más atención que casi cualquier otro concepto como barómetro del afrontamiento y la adaptación.

Imagen relacionada
En un estudio de ROSEMBERG (1965). La investigación se centró en adolescentes jóvenes de 17 y 18 años. La autoestima se midió con una escala de autoinforme de 10 ítems (es decir, un instrumento en el que las personas que respondían tenían que indicar en qué grado estaban de acuerdo o discrepaban de aseveraciones como “Siento que soy una persona valiosa, al menos en igualdad de nivel con los demás”).

Se mostró que la baja autoestima estaba relacionada con la depresión la ansiedad y el mal rendimiento escolar. Tanto los adolescentes con autoestima alta como los de autoestima baja eran similares en sus deseos de tener éxito al dejar la escuela, pero era más probable que el grupo de baja autoestima sintiera que nunca alcanzaría el éxito. Los adolescentes con autoestima alta se caracterizan por: confianza, en sí mismos, el trabajo duro, el potencial de liderazgo y la capacidad para causar buena impresión. Los adolescentes de baja autoestima se caracterizaban por una sensación de incompetencia en las relaciones sociales, aislamiento social y la creencia de que las personas no los comprendían y respetaban.

La mayor parte de esos estudios ha venido a reconocer que no solo el autoconcepto es multidimensional, sino que la propia autoestima probablemente también lo es.
HOGE y cols. (1995) revisan los estudios que exploran la relación entre el logro académico y la autoestima. Como estos autores y muchos otros señalan (por ejemplo MARSH, 1987), el problema es seleccionar que variable influye en cual, ¿Es la autoestima alta la que lleva a un rendimiento escolar mejor o al revés?.

Es muy posible que el éxito en clase incremente la autovaloración. HOGE y cols. (1995). Llegaron a la conclusión ae que por el momento, no se puede tomar una decisión firme sobre la dirección casual de la relación.

La mayoría de los investigadores están de acuerdo en lo que la satisfacción con la propia apariencia física es lo que contribuye a la autoestima global.
HARTER (19909 cita a un adolescente que dice: “Lo que realmente me importa es la apariencia que tengo, se me satisface mi aspecto, entonces me gusta realmente el tipo de persona que soy”. El logro académico y el éxito en los deportes también contribuyen, aunque en menor grado. Hay una diferencia clara de género con respecto  a la importancia relativa del atractivo físico: este factor es más importante para las muchachas que para los muchachos.

Resultado de imagen para AUTOESTIMA
Otro factor con una relevante contribución a la autoestima es la opinión de otras personas importantes para el adolescente, pero ¿Quiénes influyen más en la adolescencia? El trabajo de HARTER (1989, 1990) ha sido significativo qui. Su investigación muestra que parece haber un cambio evolutivo, con arreglo el cual los padres pierden importancia en función de la edad. Así para los niños, las percepciones de los padres desempeñan un papel más importante que ninguna otra variable en la determinación de la autoestima.
Resultado de imagen para AUTOESTIMA

Enfoques teóricos para el desarrollo de la identidad

ERIKSON (1968) es una figura clave en cualquier análisis del desarrollo de la identidad. Erikson concebía la vida como una serie de estadios, asociado cada uno de ellos con una tarea evolutiva particular de naturaleza psicológica. En la lactancia, por ejemplo. La cuestión es establecer un sentimiento de confianza básica, y combatir desconfianza. Se considera aquí que la relación es crucial en la creación de una base sobre la que el bebe pueda construir relaciones de confianza posteriores. Por lo que la adolescencia se refiere, la tarea implica el establecimiento de una identidad coherente, y la anulación del sentimiento de difusión de la identidad.

ERIKSON creía que la búsqueda de la identidad se hace especialmente aguda en este estadio como resultado de varios factores. Así, destaco el fenómeno del rápido cambio biológico y social durante la adolescencia, y señalo especialmente la importancia para el individuo de tener que tomar en esta época decisiones importante casi en todas las áreas de la vida.
  
Según ERIKSON (1968), la difusión de la identidad tiene cuatro componentes principales:
  • ·  En primer lugar, está el reto de la intimidad. Aquí el individuo puede tener el compromiso o la implicación en las relaciones interpersonales intimas a causa de la posible pérdida de su propia identidad.
  • ·       Segundo lugar, existe la posibilidad de una difusión de la perspectiva temporal. Aquí el adolescente encuentra imposible hacer planes para el futuro, o conservar cualquier sentido del tiempo.
  • ·        Después, esta difusión de laboriosidad, en la que el joven encuentra difícil aprovechar sus recursos de manera realista en el trabajo o el estudio.
  • ·     Por último, el concepto de una identidad negativa. Se hace referencia con esto a la selección por el joven de una identidad exactamente opuesta a la preferida por los padres u otros adultos importantes.

Estos cuatro elementos, por lo tanto, constituyen los rasgos principales de la difusión de la identidad, aunque desde luego no todos estarán presentes en un individuo que experimenta una crisis d identidad. El joven puede retrasar elecciones de identidad importantes y experimentar roles para descubrir la clase de persona que desea ser. Aunque este estadio puede llevar a desorientación o perturbación, tiene, según ERIKSON, una función saludable.

El trabajo de MARCIA (1966, 1993) es primordial a este respecto. MARCIA define cuatro niveles de identidad:
  • Difusión de la identidad. Aquí el individuo no ha experimentado todavía una crisis de identidad ni ha establecido un compromiso con una vocación o conjunto de creencias. Tampoco hay indicación de que se este intentando activamente establecer un compromiso.
  •  Hipoteca de la identidad. En este nivel el individuo no ha experimentado una crisis, pero no obstante está comprometido con sus metas y creencias, en gran parte como resultado de elecciones hechos por otros.
  •  Moratoria. Un individuo está en esta categorías no ha resuelto todavía la lucha por la identidad, pero busca activamente alternativas en un intento por llegar a una elección de identidad
  •  Consecución de la identidad. En este estadio, se considera que el individuo ha experimentado una crisis, pero la ha resuelto en sus propios términos, y ahora está firmemente comprometido con una ocupación, una ideología y con roles sociales.

Los teóricos de la identidad están dirigiendo su atención cada vez más al contexto de la formación de la identidad. Un reflejo de esta tendencia se puede ver en los títulos de las nuevas publicaciones. Los artículos exploran la interacción entre el desarrollo de la identidad y los contextos histórico, geográfico y étnico, y parece probable que esta tendencia adquiera impulso en los años venideros.

Una revisión de la investigación sobre la identidad étnica

Uno de los cambios sorprendentes de enfoque en las publicaciones durante la última década ha sido mayor la atención que se ha prestado en la identidad étnica, y ha quedado claro que los que trabajan con jóvenes de culturas minoritarias tienen que reconocer la importancia de esta dimensión del desarrollo adolescente. Por supuesto, hay amplias diferencias individuales, y la cultura, el contexto y el origen social tendrán su efecto en la importancia que tenga este rasgo de la identidad, o el la falta de ella.

 Imagen relacionada

ALGUNAS RECOMENDACIONES DE PELICULAS PARA TRABAJAR LA AUTOESTIMA. 

Karate Kid (1984): Daniel Larusso es un joven que llega a Los Ángeles con su madre. Trata de adaptarse a la ciudad, pero un grupo de jóvenes estudiantes de karate le hacen la vida imposible. Con la ayuda de Miyagi, un profesor de este arte marcial, Larusso aprenderá a pelear y a confiar en sí mismo para superar los obstáculos. 
Amelie (2001): Esta fantástica película es una buena forma de mostrar un ejemplo de superación. Amelie es una chica tímida que no ha tenido una vida sencilla y, aun así, decide dedicar sus acciones a mejorar la vida de los demás, y que adquiere confianza en sí misma a medida que se desarrolla el argumento, enfrentándose a todos sus miedos y entendiendo que no puede dedicar su vida a salvar el mundo cuando ni siquiera se ha salvado aún a ella misma. ¡Imprescindible!.
El diario de Bridget Jones (2001): Lo que a uno mismo puede suponerle un gran complejo, suele pasar desapercibido para los demás. "Me gustas muchísimo, tal y como eres".
Intocable (2012): Un accidente puede ser un parte aguas en tu vida, no obstante, no es un impedimento para tener una buena actitud que sea contagiosa.
Forrest Gump (1994): “La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar." Y más vale disfrutar los bocados buenos.

ESTRATEGIAS PARA TRABAJAR LA AUTOESTIMA

1.- Listado de nuestras fortalezas:
Muchas veces recordamos las críticas, las cosas que hacemos mal, las ofensas, pero nos olvidamos de recordar nuestros éxitos, elogios, halagos. Para ello vamos a hacer una recopilación de los mismos, es una forma de darles más peso:
Busca una libreta para trabajar (física o virtual y realiza tres listas:
En una recopila los elogios que recuerdes que te hayan dicho otras personas a lo largo de tu vida

En otra enumera las capacidades y fortalezas que tú consideras que posees.
En un tercer listado enumera cosas que te hagan sentirte orgulloso de ti mismo (logros, actitudes ante alguna situación, etc.)

Te pongo un pequeño ejemplo:

Elogios Recibidos:
“Eres muy divertido”
“Se te dan bien los niños”
“Dibujas muy bien”..etc.
Mis Fortalezas:
Soy paciente.
Sé escuchar a los demás.
Soy respetuoso con las opiniones de otros.
Soy generoso..etc.
Estoy orgulloso de:
-Cómo afronté y superé una enfermedad grave que tuve.
-Haber ayudado y apoyado a un amigo cuando pasó un mal momento.
- Haberme sacado el carnet de conducir a la primera etc.

Puede que en un principio te cueste recordar situaciones, elogios, etc. Tómate tu tiempo.
Sería recomendable que dedicaras varios días a ésta tarea: te aconsejo ir rellenándolo poco a poco durante al menos una semana.

Una vez tengas el listado reflexiona:
En los elogios recibidos ¿Cuánto te crees cada elogio? (enumera del 1 al 10: 1 no me lo creo y 10 creerlo completamente) Si no has puntuado todos los elogios recibidos con un 10 piensa: ¿qué pasaría si los creyeras todos 100%? ¿Qué cambiaría en tu actitud o en tu concepto de ti mismo?
En cuanto a tus fortalezas ¿qué dicen de ti mismo? ¿Qué habilidades y recursos crees que hay detrás de cada fortaleza? ¿Hay otras fortalezas o valores que te gustaría fomentar?
En cuanto a las cosas de las que estás orgulloso: ¿Qué dicen de ti mismo? ¿Qué valores y qué habilidades hay detrás de cada una?
Haz un resumen de tus habilidades, recursos y valores y ponlo en algún lugar en el que puedas verlo asiduamente.

2. Afirmaciones positivas:
Cada día frente al espejo debes mirarte a los ojos, y decirte en voz alta una afirmación positiva.
En ese ejercicio lo más importante es el espejo, mirarte a los ojos, reconocerte: y luego darte un mensaje positivo o de ánimo.
Puede que al principio te resulte incómodo, artificial o ridículo.. pero has de superar esa sensación y hacerlo cada día durante al menos 3 semanas, como un reto. ¿te atreves?
Las afirmaciones positivas pueden ser siempre las mismas o diferentes, siempre han de estar en presente y referirse a ti mismo, y ser realistas. No se trata de mentirte o darte mensajes irreales, sino de conectar contigo y date mensajes positivos y de ánimo, por ejemplo: amor propio
-       Me respeto y me cuido.
-       Puedo hacer lo que me proponga (puedes cambiar el "lo que me proponga" por objetivos concretos.)
-       Tengo las riendas de mi vida.
-       Confío en mí mismo.
-       Merezco ser feliz y busco mi felicidad.
-       Me quiero profundamente.



Bibliografía

Jhon C. COLEMAN, Leo B. HENDRY. Psicología de la adolescencia. Cuarta edición. MADRID.

https://psicologia-estrategica.com/autoestima-3-ejercicios-fortalecerla/



No hay comentarios:

Publicar un comentario

SALUD ADOLESCENTE Algunos autores han examinado diversos aspectos de la salud adolescente, incluidos los riesgos para la salud....